Ruta circular, balizada y de nivel fácil, aunque sin olvidar que debemos estar preparados para caminar 12 km.

El comienzo se sitúa en frente de la oficina de CaixaBank (Avd. Castilla y León, nº 41), donde se encuentra el panel informativo.

Nos alejaremos del núcleo de población cruzando antiguas vaquerías y antiguos cobertizos de piedra para entrar de lleno en dehesas donde el hombre ha llevado a cabo una labor de cambio del paisaje fundamental. El estrato arbóreo predominante es la encina y el alcornoque.

Alcanzaremos el río Escorial (recoge las aguas de la garganta del Venerito) y el río Tiétar donde la vegetación predominante es la de ribera como el álamo, el sauce, la sarga, el arce, el olmo o el aliso… Una vez que dejamos el río atrás cruzaremos la zona más emblemática de este recorrido, la Dehesa Boyal de Piedralaves con una zona de quejigo, espacio con un valor ecológico único en el Valle del Tiétar.

La roca madre existente es el granito típico del Sistema Central. Sobre este suelo se asientan, además de los quejigos (quercus faginea), algunos rebollos (quercus pirenaica), pinos piñoneros (pinus pinea) y pinos albares (pinus pinaster), además de fresnos (fraxinius angustifolia) en las zonas más húmedas.

Respecto al estrato arbustivo y herbáceo, existen gran cantidad de especies que van desde la jara (Cistus ladanifer) al majuelo (Crataegus monogyna), pasando por rosales silvestres o arrayanes. Las especies herbáceas son innumerables, y destacan por su belleza los rosones (Paeonia broteroi).

En la fauna ornitológica existente podemos destacar el águila calzada o el herrerillo común, aunque según estudios que se han realizado al respecto, pueden avistarse hasta veinticinco especies de pájaros diferentes. 

Los mamíferos que podemos encontrar a lo largo del recorrido son los típicos de un ecosistema de calidad como los zorros, los tejones, las garduñas o las ginetas.